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HISTORIA DEL COLEGIO NTRA. SRA. DE LAS MARAVILLAS, ANTECEDENTE DE LA REFORMA PROYECTADA POR ESTUDIO B76 Y VIRAI ARQUITECTOS.

Written by Estudio B76. 06 de abril de 2020
Reforma Colegio Maravillas por Estudio b76 y Virai Arquitectos.

Fachada del Colegio de Ntra. Sra. de las Maravillas en El Viso (1948).
Fuente: Crónica de Cien Años. 1892.1992

Estudio b76 y Virai Arquitectos llevan desde 2017 trabajando en el proyecto de reforma del edificio original del Colegio Ntra. Sra. de las Maravillas de la Calle Gualdalquivir, 9 de Madrid.

Los antecedentes históricos del Colegio Maravillas son fundamentales para entender la esencia de una institución educativa en continua evolución, de la que no somos ni más ni menos que un nuevo eslabón de una larga cadena evolutiva. En el presente Post compartimos ese riquísimo patrimonio histórico del colegio que actualmente estamos reformando y que tanto ha influido en las decisiones que hemos tomado como proyectistas.

El conocimiento de esa historia nos ha llenado de profundo respeto por la vocación centenaria de la institución, las personas que la han hecho posible y los conceptos educativos, religiosos e innovadores a la vez, presentes desde los cimientos de su fundación.

Para la redacción de este artículo ha sido fundamental la labor del Hermano Antonio Calvo y su publicación “Crónica de Cien Años. 1892.1992”, fuente bibliográfica casi exclusiva.

La larga historia del Colegio Ntra. Sra. de las Maravillas, se remonta a septiembre de 1892, con su primer curso de 12 alumnos en su ubicación junto a Cuatro Caminos, Bravo Murillo 106, donde actualmente se ubica el Mercado Maravillas y donde originalmente existió una fábrica de papeles satinados “Las Maravillas”, cuyo nombre adoptó el nuevo colegio.

Reforma Colegio Maravillas por Estudio b76 y Virai Arquitectos.Colegio Ntra. Sra. De las Maravillas en su ubicación original, Bravo Murillo 106 (1892).
Fuente: Crónica de Cien Años. 1892.1992.

Posteriormente se traslada al Paseo de la Castellana, 54, donde permanece diez años, hasta que finalmente se traslada a su actual ubicación en la Colonia del Viso.

Durante esos 126 años, su labor docente solo se vio interrumpida durante 5 años por la persecución religiosa acaecida en el periodo de la República y de la Guerra Civil, de 1931 a 1933 y de 1936 a 1939.

El primer edificio fue proyectado y dirigido por el Arquitecto diocesano, D. Francisco de Cubas y González, Marqués de Cubas.

Convivía la enseñanza gratuita del Colegio San José con el colegio de pago, siendo este, sustento económico para el primero.

Ya en aquellos primeros tiempos apareció la vocación por la formación práctica de la clase media burguesa, anunciándose como COLEGIO DE ENSEÑANZA TÉCNICA, o COLEGIO COMERCIAL, y donde se preparaba a los jóvenes para una futura carrera de ingeniería o comercio.

En 1914 el H. Hipólito monta el ESCRITORIO COMERCIAL, con la idea de crear un aula específica para las clases prácticas Mercantiles. Se trataba de simular el sistema bancario, con acuñación de moneda propia del Banco Maravillas. El H. Pelayo, explica su funcionamiento: “El funcionamiento del escritorio comercial es de lo más interesante que darse pueda: en él todos los alumnos son comerciantes establecidos, cada uno trafica con sus condiscípulos en un artículo distinto; ellos fundan y dirigen Compañías Bancarias, agencias de Comunicaciones, de Seguros…”

El 11 de mayo de 1931, con la llegada de la 2ª República, las revueltas populares anti eclesiásticas se generalizan y numerosos edificios e instalaciones religiosas y educativas son incendiadas, entre ellas el Colegio Maravillas.

En 1933 se refunda el Colegio en un pequeño chalet del Paseo de la Castellana, con los Hermanos “disfrazados” de seglares y prácticamente en la clandestinidad, por estar prohibido que las órdenes religiosas impartieran educación, salvo la propiamente religiosa.

En 1936-39, durante la Guerra Civil, vuelve a pararse la labor educativa del Colegio Ntra. Sra. de las Maravillas. En aquel periodo, en Madrid, 60 lasalianos son muertos violentamente, 24 de ellos pertenecieron en algún momento al Colegio.

Con el fin de la Guerra Civil, el Colegio reabre sus puertas. En 1940 se incorpora al equipo docente el primer seglar, D. Pablo Rodríguez Zamora, ex combatiente del ejército Republicano, y tío del que suscribe la presente Memoria.

Reforma Colegio Maravillas por Estudio b76 y Virai Arquitectos.
Chalet del Paseo de la Castellana, donde se ubicó el colegio tras haber sido incendiado (1939).
Fuente: Crónica de Cien Años. 1892.1992.

A finales de 1941 hay noticias del futuro Edificio Colegial que se ubicará en terrenos del antiguo hipódromo y cuyo proyecto es elaborado por los Arquitectos D. Pedro Muguruza Otaño y D. José del Hoyo, según indicaciones y necesidades expresadas por los propios Hermanos de la Salle.

Reforma Colegio Maravillas por Estudio b76 y Virai Arquitectos.Arquitecto D. Pedro Muguruza Otaño

El 23 de octubre de 1942 se pone la primera piedra del futuro Colegio en la calle Guadalquivir del Viso, bendecido el acontecimiento por D. Leopoldo Eijo y Gray, Obispo de Madrid-Alcalá.

En 1948 se termina la primera fase del colegio, correspondiente a la totalidad de la edificación de la calle Guadalquivir, faltando la capilla y salón de actos.

En 1952 se celebró el tricentenario del nacimiento de Juan Bautista de la Salle, fundador de las Escuelas Cristianas Lasalianas. Se instala en una hornacina de la Catedral, la estatua de Juan Bautista, obra del escultor Víctor de los Ríos, cuya copia preside el Hall de acceso al Colegio. Del mismo escultor son ambos bajorrelieves de la Virgen y del Señor rodeados de jóvenes congregantes situados en ambos accesos laterales de la Iglesia.

El 15 de mayo de 1954 se termina la capilla. Después de la bendición del templo, se sirvió un catering de la mano del célebre Perico Chicote.

En su coro se ubica el órgano construido por D. Rafael Pignau, Organería Española, S.A., a la sazón, constructor del que ya existió en Cuatro Caminos.

El 19 de noviembre se traslada la imagen de Ntra. Sra. de las Maravillas al muro exterior del ábside de la Iglesia, dando a la calle Joaquín Costa. Se trata de la escultura de hierro fundido, fabricada en 1892 a imagen y semejanza de la existente en la Plaza de España de Roma y que sobrevivió al incendio del antiguo Colegio de Cuatro Caminos, oculta entre escombros en el taller del escultor D. Rafael Alguedó durante la Guerra Civil.

En 19 de mayo de 1955 se inaugura el salón de actos, con lo que el proyecto de Muguruza queda concluido.

Se trata de un edificio bien concebido, cuya estructura es similar a su antecesor de Cuatro Caminos, donde el cuerpo central, con el acceso, Iglesia, salón de actos y despachos de dirección y profesorado, da paso a ambas alas, este y oeste donde se ubican las aulas, amplias y con grandes ventanales que garantizan luz y ventilación natural.

El 14 de enero de 1957, aprovechando el magnífico Salón de Actos, se crea el Cineforum, donde se proyectan películas y donde posteriormente especialistas analizan el film proyectado.

En 1959, el Colegio cuenta ya con 1950 alumnos y para atender ambos cursos de párvulos se acondiciona un aula en la azotea del ala oeste, empleando dicha azotea como patio de recreo.

En ese mismo año se abre la cafetería en la última planta del edificio que daba a la calle Joaquín Costa y con acceso desde los patios. También se abre el servicio de atención médica, atendido por dos médicos y un practicante.

Reforma Colegio Maravillas por Estudio b76 y Virai Arquitectos.
Alejandro de la Sota en las obras del Gimnasio Maravillas (1960).
Fuente: Fundación Alejandro de la Sota.

En 1960 se inician las obras del gimnasio del colegio. El 25 de mayo de 1962 se inaugura, convirtiendo al Colegio Maravillas en una de las mejores instituciones educativas de Europa. Proyecto del Arquitecto D. Alejandro de la Sota Martínez y construido por la empresa constructora Emilio García Giménez, se convierte en un auténtico hito de la arquitectura contemporánea madrileña.

Resuelve de una forma magistral un complejo programa de necesidades sobre un terreno irregular y con gran desnivel.

Reforma Colegio Maravillas por Estudio b76 y Virai Arquitectos.
Croquis Gimnasio Maravillas (1959).
Fuente: Fundación Alejandro de la Sota

“El encargo primero de realizar el gimnasio en el complicado solar desnivelado y de planta trapezoidal, anejo al colegio, le fue hecho al arquitecto Alfredo Ramón-Laca Primo, cuyo proyecto recibió el visto bueno de la propiedad y fue aprobado por el Ayuntamiento en abril de 1959. En la memoria del proyecto -según recoge Miguel Angel Baldellou en un trabajo sobre de la Sota, Ramón-Laca ya desarrollaba la idea de aprovechar la cubierta del gimnasio para ampliar la rasante del colegio en la calle Guadalquivir, agrandando el patio de juegos descubierto. La construcción se inició en este mismo año, pero por algún motivo la obra se paralizó y el colegio encarga un nuevo proyecto a Alejandro de la Sota.
La nueva propuesta mantenía el semisótano bajo la rasante de la calle Joaquín Costa y la idea del patio de recreo sobre la cubierta del edificio deportivo. En lo demás, las diferencias frente al conjunto de ideas convencionales del proyecto inicial, hicieron que el nuevo proyecto de de la Sota supusiese una ruptura radical con aquel otro.
La diferencia de cotas entre las dos calles a las que daba el solar y que obligaba a encajar el volumen de una manera poco convencional, condicionó todo el proyecto.
Para empezar era necesario crear un espacio iluminado y ventilado. También era preciso que la fachada a la calle Joaquín Costa, entonces Paseo de Ronda y calle principal con abundante tráfico, tuviese la condición de no permitir el paso de los ruidos que distrajesen la atención de los alumnos, por lo que la iluminación debería provenir desde lo alto del edificio. La altura permitía aprovechar el espacio en tres alturas que mezclasen los usos propiamente deportivos como cancha, gimnasio y piscina con otros de tipo académico como aulas.
La respuesta dada por de la Sota al problema de cómo cubrir el gimnasio sin soportes intermedios fue el uso de cerchas, en el interior de cuyos cantos se incluiría un aulario retranqueado, que no tocaba la fachada y que cerrado con cristaleras dejaba pasar la luz al gimnasio y al mismo tiempo la recibía en su interior. La ventilación se resolvió con entradas de aire en la parte baja a ras de suelo junto a la fachada que una vez caliente salía al exterior por las aberturas ideadas en la parte superior en unas rejillas en el patio del colegio, por lo que la renovación de aire es constante.”

Texto de Enrique Fidel publicado en 2010 en URBAN IDADE.

“Dicen que cuando se entra en el gimnasio Maravillas, lo primero que se dice es: “Bueno, no se podría haber hecho de otra forma; esta es la única solución posible.”. En esta apreciación parece estar la clave del gallego Alejandro de la Sota, un arquitecto que recurre a las soluciones más ingeniosas pero, en apariencia, más sencillas.”

Texto publicado en nº8 de diciembre de 1991 en el diario El Sol, por el Equipo de Análisis de la ETSAM.

Reforma Colegio Maravillas por Estudio b76 y Virai Arquitectos.
Fachada c/ Joaquín Costa. Proyecto gimnasio + ampliación (1997).

El último episodio en la ampliación edificable del Colegio y que como expresa E. Domínguez Uceta parecía inevitable se produce en 1997/98: “La existencia de otro espacio similar al empleado por Sota para su gimnasio, al otro lado de la iglesia del colegio, siempre fue una tentación para continuar la ampliación. Era un proyecto casi inevitable que se ha hecho realidad en estos días (1998). Con el nuevo curso se inaugura la nueva ampliación del Colegio Maravillas realizada por los arquitectos Gonzalo Polo Arias y Fernando Meléndez Andrade.”

Esta ampliación conecta física y formalmente con el proyecto de de la Sota. Toman prestado de su antecesor la forma de introducir la luz sobre un espacio a doble altura, “el Ágora”, al que vierten las aulas, así como los materiales empleados en revestimientos y tabiquería.

A su vez, los materiales y la modulación de la fachada a Joaquín Costa nos permiten hacer una lectura continua entre el proyecto del gimnasio y la ampliación de Gonzalo Polo y Fernando Meléndez.

Su respeto por la edificación existente y la impecable solución funcional de un programa complejo son a nuestro juicio un gran acierto.

En 2017, la dirección del Colegio contrata a Estudio b76 para el proyecto de reforma y actualización del edificio original que da a la calle Guadalquivir.

La reforma no se limita a una actuación arquitectónica, sino que está estrechamente ligada a unos nuevos conceptos educativos consensuados entre el claustro y los arquitectos que deben proporcionar los espacios necesarios para que profesores y alumnos encuentren el ámbito adecuado para poder desarrollarlos con la necesaria flexibilidad.

La reforma se realiza a lo largo de varios veranos, permitiendo la normal actividad docente durante el curso escolar. Este 2020 procederemos con la tercera fase, abarcando la totalidad de la planta primera del inmueble, donde se sitúan las aulas de 5º y 6º de Primaria y 3º y 4º de Secundaria, así como las aulas de profesorado y salas de reunión.

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