En palabras de Carlos Hernández-Carrillo, arquitecto y socio de Estudio B76, “…siempre tuvimos claro que cualquier propuesta de reforma debía pasar por un entendimiento de la historia del edificio, su estructura y su entorno urbano”.
La gran propuesta a nivel de distribución y organización interna del edificio para su nuevo uso hotelero, fue la prolongación de la gran escalinata imperial, situada en la fachada de Plaza Mayor. Esta prolongación permite conectar la plaza con la calle Imperial a través del patio restaurante.
Esta escalera es la que da una dimensión urbana a esta intervención y convierte dicho patio en el auténtico corazón, no sólo del propio Hotel, sino también del distrito:”…un oasis urbano en el entorno denso y duro del centro de Madrid”.
A la hora de afrontar el interiorismo, la propuesta de Estudio b76 trasmite un respeto historicista por el edificio y su entorno, la Plaza Mayor, a donde se vuelcan una gran parte de sus 89 habitaciones.
Esta vocación historicista no es contraria a su contemporaneidad; precisamente es desde esa visión moderna desde donde reversionan esa historia, que llena de personalidad su propuesta para el hotel Casa de la Carnicería.
La reinterpretación de elementos decorativos clásicos, se ha convertido en su mejor aliado. Por ejemplo, la moqueta; la composición de diferentes ramajes de antiguos diseños de la Real Fábrica ha permitido mantener esa conexión “Imperial”, propia de la historia de la Plaza Mayor, con la modernidad, gracias al nuevo trazo y colorido expresionista. Esos colores azules, naranjas y amarillos conectan con las pinturas murales realizadas por Carlos Franco para la fachada de su edificio hermano, La Casa de la Panadería, visible desde las habitaciones.
La otra gran clave, a nuestro juicio, del éxito de este proyecto es el compromiso entre las diferentes escalas. Sin renunciar a la gran escala que la propia composición del edificio ofrece, la propuesta de Estudio b76 potencia el carácter doméstico que tanto les gusta mostrar en sus proyectos hoteleros: “El cliente siempre debe sentirse a gusto, humano, cuidado y único”.
Es ahí donde el cariño dedicado a cada elemento interior, a cada detalle, en cada textil elegido, logra domesticar los sillares de granito, las grandes arcadas y escalinatas de estilo herreriano con las que la Casa de la Carnicería fue proyectado a imagen y semejanza de su “hermano mayor”: la Casa de la Panadería.
Un importante equipo de Estudio B76, formado por arquitectos, arquitectos técnicos e interioristas, ha desarrollado la distribución y hasta el último detalle de su decoración y equipamiento, con la destacada participación de nuestro director de Estilismo Agustín Martínez Gil.
Las obras ya están en plena ejecución y el resultado final podrá disfrutarse en este próximo año 2018 y sin duda “La Casa de la Carnicería” se convertirá en referencia y visita obligada para todos aquellos que quieran disfrutar y empaparse de historia de la Villa y Corte de Madrid.
